lunes, 27 de octubre de 2014

EL PROCESO DE ENSEÑANZA DE LAS FORMAS



Las formas o Tao Lu como se denominan en chino, en su origen significaba –y sigue significando en el chino moderno- «camino». Otras veces el ideograma Tao representaba la ley que rige la vida del hombre, su felicidad y su desgracia, sus éxitos y sus fracasos, su nacimiento y su muerte. Luego pasó a significar «método» o «procedimiento». También encontramos, desde antiguo, el término Tao en la acepción de «doctrina», «enseñanza», derivación de su empleo verbal en el sentido de decir, hablar. En las artes marciales chinas se entiende por Tao el camino o vía por la cual llegamos a conocer un determinado estilo de Kung-Fu, es un método o procedimiento por el cual el practicante puede conocer de forma sintética y sincrética el estilo que practica.

Los Taos o formas surgen por la necesidad de transmisión de los conocimientos marciales de una generación a otra.
Los Taos recogen las diversas técnicas de la defensa y del ataque; y puesto que el Kung-Fu es un arte dinámico, es decir, precisa del movimiento, son la forma más eficiente de organizar teóricamente las técnicas representativas de los diferentes sistemas de ataque y defensa. Los taos se pueden realizar individualmente, una vez que se conocen, o por grupos para aprender los movimientos y desarrollar las técnicas que lo forman.

Una función importantísima en los Taos es la de aprender la «posición» y estructura, es decir, los ángulos correctos de los bloqueos y ataques, lo que podemos llamar la bio-mecánica del estilo.



Una función importantísima en los Taos es la de aprender la bio-mecánica del arte marcial, es decir, los ángulos correctos que dan estructura al sistema. El Wing-Tsun tiene una biomecánica triangular, hecho singular puesto que el resto de estilos chinos y orientales tiene una estructura circular. Las fuerzas se transmiten a través de líneas que forman triángulos que se van conectando unos a otros y así “viajan” a lo largo del cuerpo. El alumno debe primero aprender las posturas y los grados de inclinación de cada posición de brazos con los Taos, para poco a poco irlos aplicando a las distintos ejercicios y <<drills>>, Chi-Sao, sparring y combate, finalmente. 



Cuando se practica un Tao deben tenerse en cuenta los siguientes aspectos:
  • Relajación, en el sentido del no uso de la tensión muscular, usando el cuerpo como si se tratara de un látigo y no de un bastón rígido. Esta relajación no es un “vacío”sino más bien el uso flexible de todo el cuerpo, de forma que de cara al combate permita la proyección de cualquier defensa.
  • Coordinación o equilibrio, que permiten la fluidez de movimientos, la absorción de un ataque y aumentar la proyección del propio ataque.
  • Velocidad, consecuencia de los dos aspectos anteriores. La rapidez se consigue relajando los músculos y coordinando los movimientos. Al principio la realización de los Taos son lentos pero continuos, pero una vez que ya se conocen los movimientos pueden hacerse a gran velocidad.
  • Concentración. Se necesita la mente para sentir y dirigir los movimientos, de manera que cuando se combata, nuestro consciente y subconsciente tenga la misma actitud que cuando realizamos un Tao y de tal forma que nada escape a la atención del practicante.




El alumno que se dispone a aprender una forma pasa por una serie de fases:
  1. La fase cognitiva, en la cual debe comprender la tarea a realizar y va adquiriendo un abanico amplio de esquemas motrices variados.
  2. La fase asociativa, un periodo mucho más largo en el que los movimientos son más refinados y parecidos a la verdadera técnica. Durante esta fase, el alumno pone en práctica la técnica para alcanzar su dominio. Durante esta fase el alumno pasa de principiante a nivel avanzado.
  3. Fase autónoma, en la cual el alumno es capaz de poner en práctica la técnica a la perfección, de manera inconsciente. La forma se ha practicado hasta el punto de convertirse en un hábito.
El progreso desde la fase inicial hasta la autónoma requiere un cúmulo de práctica y un periodo de tiempo que dependen de las cualidades físicas y mentales del alumno, la situación de aprendizaje y la complejidad de la propia tarea.
Hay que facilitar el aprendizaje de las tareas que se plantean para el desarrollo de la forma. Para ello, debemos de tener en cuenta una serie de premisas:
  • No presentar más de una tarea por explicación, pues el alumno pierde la concentración y por consiguiente realizará la primera de forma incorrecta.
  • Debemos de conocer a la persona a la que se le está explicando, para tener en cuenta sus posibilidades y limitaciones.

  • La tarea debe ser asequible, y la dificultad se aumenta paulatinamente. Si nos excedemos en la dificultad el alumno se frustra y pierde el interés.
  • La tarea debe favorecer la motricidad global y autónoma, sobre todo al principio.
  • Debemos de obtener información a través del juego.

Cuando todo practicante, sea adulto o infantil, entra en un Kwoon o escuela tradicionl de Wing-Chun lo primero que se le enseña es la primera posición o caballo llamada Yee Gee Kim Yeung Ma , traducida como “posición de abducción del número dos”. Pieza fundamental o cimiento sin el cual el resto del estilo no tiene sentido porque a partir de esta posición todas las demás derivan y sin cimientos sólidos las enseñanzas posteriores se desmoronan.
Primero, se enseña de manera global cuál es la secuencia correcta para la realización de la postura. La forma más óptima es con la ayuda de un espejo, repitiendo varias veces el instructor la secuencia y copiándola los alumnos. Una vez que más o menos se conoce la secuencia se pasa a la realización de la misma pero alumno por alumno, para corregir los errores más comunes y graves.
En el Wing-Chun tradicional se divide la forma en tres secciones y cada una busca una intención o destreza a desarrollar.
Sección 1: Gung Lik . Esta primera sección es practicada muy lentamente, tanto que en practicantes avanzados puede durar unos veinte minutos. Y en ella se realiza el Gung Lik o energía del codo. Es decir, en todos y cada uno de los movimientos es el codo el que inicia el movimiento y el que ayuda al resto del brazo a angular correctamente. Las destrezas que se trabajan son la relajación, la posición del codo y su energía, la postura corporal, la estructura y la respiración correcta. Los movimientos han de ser continuos, los brazos relajados para sentir y apreciar la función de cada músculo implicado en el movimiento. Su práctica incrementa el equilibrio, la concentración y los niveles de estamina.
Sección 2: Fa Ging. La segunda sección trabaja el uso fuerte y concentrado de energía llamado Fa Ging, y se consigue mediante la relajación del brazo hasta justo antes de ponerse en contacto con el oponente, usando contracciones explosivas musculares y tensando los músculos con la estructura ósea correcta. Cada movimiento en la segunda sección incorpora Fa Ging y de inmediato, la relajación después de su aplicación. Una vez más, no hay aplicaciones directas de la segunda sección, a pesar de que esta energía se aplica en todas los golpes de Wing-Chun y en técnicas de defensa.

Sección 3: Muestra en conjunto con todos los movimientos individuales que se enseñan en las dos secciones anteriores, y los combina para definir las herramientas manuales básicas, su estructura, posición, la energía y los ángulos a través de los que circula el movimiento. Esta sección si está más encaminada a la defensa y enseña tácticas propias del estilo, como la economía de movimiento, el codo inamovible y la defensa y ataque simultáneo.









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